Es casi difícil de creer: al combinar dos alimentos básicos de la despensa aparentemente suaves, puede manejar la mayoría de los problemas más difíciles en su hogar. Pero el hecho es que, la mayoría de las veces, el bicarbonato de sodio y el vinagre son el único ponche doble que necesita para limpiar su hogar. ¡En serio! El secreto está en cómo se aplican los dos, ya que una cantidad excesiva de cualquiera de ellos puede neutralizar a ambos. Sin embargo, siempre que recuerde estas recetas, siempre puede estar listo para limpiar los desórdenes cotidianos y los rincones más sucios de su hogar.
1. Refresque un desagüe (y brille un fregadero de acero inoxidable)
En lugar de utilizar productos químicos agresivos que podrían dañar las tuberías, destape y refresque el desagüe vertiendo ½ taza de bicarbonato de sodio y 1 taza de vinagre. Mantenga siempre la proporción de una parte de bicarbonato de sodio por dos partes de vinagre. La mezcla burbujeará y burbujeará, como su proyecto de ciencia volcánica favorito de la escuela secundaria. Una vez que se apague, enjuague el desagüe con agua muy caliente durante cinco minutos, luego deje correr el agua fría.
Aproveche la oportunidad mientras la superficie está húmeda para espolvorear bicarbonato de sodio adicional en el lavabo del fregadero y frótelo bien con un cepillo para fregar o una esponja para platos. Las cualidades ligeramente abrasivas del bicarbonato de sodio deberían ayudar a eliminar la suciedad y las manchas adheridas.
2. Resuelve las manchas de agua dura
¡Dale a la bota las manchas duras de agua dura! Coloque un paño o una toalla de papel empapada en vinagre sobre la zona afectada y déjela reposar durante unas horas. Retire el paño, frote con una pasta de bicarbonato de sodio (una mezcla de bicarbonato de sodio seco y suficiente agua para crear una consistencia pastosa), rocíe ligeramente con vinagre y limpie con un paño.
3. Revertir las manchas de la alfombra
Con estos limpiadores bajo la manga, o, mejor dicho, sentado en su despensa, no necesita encogerse cuando un invitado derrama un poco de bebida en su alfombra. Cree una pasta con bicarbonato de sodio y una pequeña cantidad de vinagre, luego aplíquela en las fibras de la alfombra manchada con los dedos. Deje que la mezcla se asiente y se seque durante la noche, luego aspire los restos. Antes de probar este consejo en un área grande, pruébelo primero en un parche pequeño de alfombra fuera de la vista. Si todo parece kosher, trata el resto de la mancha.
4. Elimina el moho en una carga de ropa
Las propiedades limpiadoras y desodorizantes del bicarbonato de sodio y el vinagre hacen maravillas en el lavado. Agregue ½ taza de bicarbonato de sodio con su detergente para ayudar a aumentar su poder de limpieza. Una taza de vinagre vertida durante el ciclo de enjuague ayudará a matar las bacterias en la carga y dobles como suavizante de telas sin productos químicos.
5. Blanquear y aclarar la lechada
Las cualidades abrasivas del bicarbonato de sodio añaden músculo a sus propios esfuerzos de fregado. ¡En ningún lugar podría usar ese "empuje" adicional más que su lechada manchada! Haga una pasta con bicarbonato de sodio y agua, rocíe ligeramente con vinagre e inmediatamente frote y enjuague el área. Divulgación completa: probablemente aún necesitará una pequeño un poco de músculo, solo piense en estos jugadores de poder como su línea de respaldo.
6. Deshazte de la suciedad en ollas y sartenes
Las partículas de comida secas, la suciedad horneada y los restos de comida quemada pueden agregar tiempo a la limpieza de la cena, pero no son rival para esta poderosa pareja. Espolvoree bicarbonato de sodio en ollas y sartenes húmedas (no mojadas), rocíe con vinagre y luego vaya a fregar con una esponja de nailon para platos. La ligera acción de la espuma disgregará algunos de los alimentos adheridos más duros, dejándote con un poco de energía extra después del plato.