Debajo de la superficie
No es raro encontrar hermosas carpinterías con capa tras capa de pintura que oscurecen sus detalles, especialmente en casas antiguas. Para un nuevo trabajo de pintura que haga justicia a su carpintería, quitar la pintura vieja es su mejor opción.
Cómo quitar pintura
Hay tres formas de quitar la pintura: mecánicamente raspándola a mano, quemándola con calor o con productos químicos.
Los métodos mecánicos de raspado y lijado funcionan solo cuando es necesario quitar la pintura suelta o irregular antes de volver a pintar. Solo recuerde hacer este trabajo al aire libre y con protección.
El uso de calor para quitar la pintura generalmente implica un soplete o una pistola de calor. La desventaja de usar calor es que puede ser peligroso debido a la combustión accidental y los vapores nocivos. Además, es posible que aún tenga que lijar cuando haya terminado. Ninguno de estos dos primeros métodos, mecánico o térmico, debe usarse si la pintura que está quitando podría tener 30 años o más, ya que es probable que contenga plomo. En su lugar, debes usar un decapante químico.
Elección y uso de un decapante químico
Busque versiones ecológicas a base de cítricos, que se están volviendo tan comunes como los antiguos decapantes de gel cáustico. Cepille el gel, déjelo actuar y luego raspelo. Espolvoree aserrín sobre el gel para que sea más fácil rasparlo y tirarlo.
Para trabajos difíciles, pruebe con una pasta laminada que se desprenda después de disolver la pintura. Es posible que no tenga que raspar mucho.
Muévete rápido y con cuidado
Con los decapantes químicos, debe comenzar y terminar el mismo día. El gel seco puede ser muy difícil de eliminar. Los productos químicos pueden afectar las colas de animales en muebles viejos, así que evite el uso excesivo alrededor de las articulaciones.
Y siempre debe usar el equipo de seguridad recomendado en la etiqueta del producto y trabajar al aire libre o en un área bien ventilada.