Conoces y detestas la forma tradicional de limpiar una alfombra. Pero por laborioso que sea, no hay duda de que secar la mancha puede ser efectivo, siempre y cuando actúe de inmediato, antes de que la mancha tenga la oportunidad de asentarse. Sin embargo, ¿qué sucede si no nota la mancha de inmediato? ¿Cómo se quita días, semanas o incluso meses después del hecho? Una opción es pagar por una limpieza profesional. Otro método menos discutido implica menos molestias y no cuesta nada en absoluto. ¿La clave? Plancha tu ropa.
Herramientas y materiales- Botella de spray
- Vinagre
- Amoníaco
- Trapos de limpieza
- Plancha de ropa
- Aspiradora
Paso 1
En una botella de spray, mezcle una solución de vinagre (1 parte) y agua (3 partes). Alternativamente, si está convencido de la necesidad de potencia de fuego adicional, combine 1 parte de amoníaco claro con 3 partes caliente agua. Una vez listo, rocíe generosamente toda el área manchada y déjela reposar durante varios minutos.
Paso 2
Ahora coloque una toalla vieja de color claro sobre la mancha. Dado que la plancha va a transferir la mancha a la tela de la toalla, ¡no uses una de tus favoritas! Mientras tanto, un color claro hace que sea fácil discernir si el método le ha funcionado o no. Cuanto más sucia esté la toalla, más limpia estará la alfombra.
Paso 3
Con la plancha a su nivel de vapor más alto, aplíquela directamente sobre la toalla, moviéndola hacia adelante y hacia atrás sobre el área manchada brevemente, durante unos diez segundos. Mientras lo hace, espere que la plancha silbe y suelte vapor. Deje la plancha a un lado, levante la toalla y mire: ahora debería ver la mancha en la toalla.
Paso 4
Si queda una marca en la alfombra, vuelva a colocar la toalla, teniendo cuidado de colocar una sección limpia de la tela sobre la mancha. Nuevamente, aplique la plancha directamente sobre la alfombra durante unos diez segundos. Con intentos adicionales, la mancha debe transferirse, gradual y completamente, de la alfombra a la toalla. Una vez que esté satisfecho, deje que la alfombra se seque al aire. Termine aspirando la alfombra para restaurar su pelusa.
Mientras trabaja, procure no permitir que la plancha entre en contacto con la alfombra (a diferencia de la toalla). El calor del aparato puede chamuscar o derretir las fibras de la alfombra, ya sean naturales o sintéticas.